L 11

Se inicia la anulación de L en la empresa y los servicios en el club

  1. Se inicia en la empresa la anulación de L y los servicios en el comedor del club

Al llegar al garaje de la empresa L aparca el coche, esperando en él a que el conserje deje el vestíbulo. En su cabeza bulle lo sucedido en el club. Mira hacía sus muslos para cerciorarse de que la falda cubre el sexo, que nota como si la mano de la señorita lo estuviera apretando. Esa sensación la estremece, siente que la desea, que desea cogerse el coño ella misma, apretarlo, estrujarlo. Trata de desechar imág...

El pueblo de los placeres 4: El desenlace

Al final de los tiempos, el hombre seguirá huyendo de aquello que teme. Aunque nunca se librará de su mente.

"Hola Luís, soy mamá. Esto que voy a contarte es algo que jamás te tendría que haber contado. Pero me veo en la obligación, pues llevo días muy preocupada por ti y mi hermanita.

Se trata del pueblo. Estoy convencida que a estas alturas ya te habrás dado cuenta que ocurre algo anormal. También estoy segura que estás acostándote con la tita Ana. Ella se pone muy enferma en ese pueblo. Tenéis que salir de allí cuanto antes.

Cuando me comentases que ibas a vivirte allí, tuve que controlar el im...

El pueblo de los placeres 3

El negocio de la dehesa marcha muy bien y Luís es feliz con su tía Ana. No obstante algo en su interior le dice que sea precavido; hasta que todo se derrumba.......

El funeral fue íntimo. A la vuelta del cementerio Luís iba del brazo de su madre caminando despacio, pues estaba solo a un paseo del pueblo. Detrás iba la tía Ana, la cual mantenía una seriedad atípica y alejada del propio luto.

No puedo creer que lo haya hecho, ¿cómo ha podido quitarse la vida?

Comentó Luís, ya de mejor ánimo. Los últimos días habían sido agotadores. En todo momento Luís había colaborado con la policía para esclarecer los hechos del hipotético suicidio. Finalmente se co...

El pueblo de los placeres 2

Luís se toma un respiro, superado por los acontecimientos,yéndose unos días a Madrid. Mientras tanto, su tía Ana se adentra en las míseras profundidades de su ser; las cuales provocaron su marcha del pueblo años atrás.

El cantar de los pájaros y los primeros rayos de sol despertaron a Luís. Se giró, a su lado dormía su tía. Se levantó con cuidado y la dejó tapada con el abrigado edredón nórdico. Estaba desnuda y el frío crecía por días en ese recién estrenado invierno.

Mientras desayunaba conectó su portátil. Consultó la meteorología: mínimas de menos cuatro grados y máximas de diez en toda la sierra de Huelva. Despejado.

Apuró el desayuno y se preparó para ir a correr. Al salir topó con una nueva nota so...

L 10

L comienza a ser consciente de que será muy dificil evitar cumplir con los compromisos que ha asumido

L dejaba el salón, ¿el club? En un estado emocional muy diferente al de otros días. No es que estuviera perturbada, trastornada, era algo mucho peor, se sentía vencida y entregada a su vencedor, se sabía en manos de la señorita, sin potestad sobre su situación, sobre sí misma, hasta el extremo de haber llegado a aceptar su sumisión y las marcas que la califican, que dicen de su especial estado, de lo que el dolor que lleva instalado en el sexo es prueba y permanente recordatorio, a lo que se suma el o...

El pueblo de los placeres 1

Luís, joven al que la suerte acaba de hacer millonario, decide ir al pequeño pueblo de su madre para vivir tranquilo el resto de su vida. Pero enseguida empieza a experimentar esperiencias insospechadas, en ese extraño pueblo perdido en las montañas.

Cuando a sus treinta y cuatro años Luís ganó quince millones de euros en un juego de loterías a nivel europeo, tuvo claro que dejaría su aburrido y mal pagado trabajo de comercial.

Nunca se acostumbró a vivir en la gran ciudad. No estaba hecho para los atascos, ni las muchedumbres del metro, ni los codazos en el autobús. No soportaba ser atracado una media de tres veces al año, y sus pulmones no aguantaban más la contaminación de centenares de miles de coches.

El pueblo de su madre. Siempre...

500 orgasmos

Voy a iniciar una serie de relatos en los que los protagonistas -sus historias- no tienen nada que ver conmigo. Para ello, empezaré contándo cómo conocí a Iván y porqué me he puesto a escribir su historia.

500 ORGASMOS

Voy a iniciar una serie de relatos en los que los protagonistas -sus historias- no tienen nada que ver conmigo. Para ello, empezaré contándo cómo conocí a Iván y porqué me he puesto a escribir su historia.

Para los que no me conozcan, me llamo Sandra, tengo 34 años y desde hace unos meses soy madre de una adorable niña a la que hemos llamado Fanny. Desde hace 7 años, vivo en Francia, cerca de Strasburgo y trabajo como enfermera en una clínica geriátrica. Me separé de Carlos (m...

La rebelión de los bijus

Por algún extraño motivo, el kyubi ha salido del cuerpo de Naruto. Sin embargo, Naruto descubrirá que el biju es algo más de lo que pensaba.

La rebelión de los bijus.

I

El equipo Kakashi regresaba de cumplir una misión en el País del Té cuando encontraron a una anciana tratando de sacar una de las ruedas de su carro, que se había quedado atrapada en un bache del camino.

Naruto se dirigió hacia ella para ayudarla y en pocos minutos lograron liberar el carro.

__ Muchas gracias, joven.__ dijo la mujer.__ Déjame darte algo como agradecimiento.

__ No, no es necesario.__ rechazó Naruto.

__ Insisto. ...

Ysabel, esposa caliente 3.

Continuación de las aventuira de Ysabel una esposa caliente y un empleado de su trabajo

YSABEL, ESPOSA CALIENTE 3

Luego de este ultimo encuentro con Luis, me volví mas calentona, siempre pensaba en cogerme a mi marido en casa y Luis en el trabajo,.

Empezando el verano Mi jefe y su esposa se fueron a pasar el fin de semana a la playa, para lo cual me pidieron que vaya a la casa el sábado y el domingo también, así lo hice el sábado muy temprano por la mañana llegue como cualquier otro día de trabajo. No había mucho que hacer ya que durante la semana ya había hecho todo, me eché...

L 9

L es marcada con su nombre y número

Hembra 73

La señorita haría salir de nuevo a L de la sala sin explicarle a donde la llevaba. Iba desnuda como era habitual, solo con las sandalias y el sostén que dejaba al aire los pezones, yendo al trote alto y con las manos detrás de la cabeza. L trataba de cumplir perfectamente con las formas obligadas, echando los codos hacia atrás, manteniendo la cabeza alta y la mirada baja, con las tetas hacia delante, que facilitaba el llegar a ellas con los muslos, lo que sucedía ya bastante veces, si...