Frenesí de verano (2)
Una tarde aburrida de sabado, Sinaí conocio el amor de su vida.
Carlos hablaba y hablaba, levantando la voz para hacerse oír sobre el estruendoso rock que sonaba en la rockcola, acariciando distraído el hombro de Sinaí, mientras se inclinaba sobre la oreja de Alberto, que asentía siguiendo el ritmo. otros muchachos y chicas del lugar se repartían en las demás mesas y junto a la barra del lugar, parloteando y acompañando la música de britney spears con la cabeza, los hombros o las caderas. era sábado por la tarde. una de esas largas tardes de sábado antes del veran...