De regreso a México (9)
Lunada
Entramos al bar y nos dirigimos a una pequeña mesa en un rincón, Alexa y Tania se fueron de inmediato a la pista, Luna y yo pedimos un par de cervezas, me sentía nerviosa, como esas primeras emociones en la vida, me sentía tan plena, tan viva, que tenía miedo de que aquello terminara. Después de una plática superflua de oído a oído y escasos besos en la oreja, el alcohol hizo su efecto y dado que estábamos en un antro donde había en su mayoría parejas de mujeres, le propuse a Luna irnos a bailar, aceptó de...