El Orfanato VII
Robó de mi lo último que guardaba de rencor para dejarlo en la puerta del olvido y tocar el timbre con insistencia y así sacar cualquier resquicio de él de mi inconsciente.
Roma:
Su lengua me abrigaba como lo imagin
é
cada noche cuando un escalofrío me inundaba aun en la compañía de otro cuerpo, sus manos me hacía
n
s
u
ya con una confianza a la que mi cuerpo no estaba acostumbrada, pero su sabiduría me lleno de temor y celos, la alej
é
por la poca costumbre a que me sometieran, y vi a Luna, ella y su mirada de reproche nos habían visto, me alej
é
lo suficiente como para pasar desapercibida cuando Max entro a la habitación.
- ¿Que pas
ó
con mi mamá? – * Se desvaneció, le expliqu
é
– * Y ella que hace aun aquí?, si quiere más dinero dáselo – * Ella salv
ó
a tu madre de caer al suelo, le reproch
é
– * ¿tu aun aquí?, dijo el padre de Max – * Yo ya me iba, dijo limpiando los restos de mis labios en los suyos – * Te voy a dejar a la puerta, dije con ganas de seguirla – * No, puedo llegar sola
, gracias, dijo esto ú
ltimo para pasar desapercibidas
– * Yo iré con ella señorita, dijo Luna aun con la misma mirada de pocos amigos – * Vi a Julieta seguirla, vi a Max c
aminar junto a su padre
a la habitación y yo vi como mi prioridad se iba por el pasillo y no pude evitar seguirla, Julieta se quiso ir pero Luna la sostuvo con fuerza- * No sé quién eres, pero no te quiero ver cerca de la señorita Roma, dijo Luna sorprendiéndome – * Julieta rio, yo no quiero estar ni a mil kilómetros de tu señorita Roma –
- Pues entonces no se aparezca por acá –
- Solo hago mi trabajo, miró su uniforme, como tú el tuyo… supongo, se burló –
- ¿su trabajo consistía en besarla?, le dij
o a
ella deteniéndola nuevamente – * No, saco la mano de Luna con fuerza, consiste en complacerla – * Julieta salió por la puerta y vi como Luna mordía sus labios
con
furia, pero ella no era la más furiosa en esa habitación, ese papel… lo tenía yo, me acerque a ella por la espalda y la tomé con fuerza para arrastrarla hacía la cocina. * ¿Quien mierda te crees?, le grit
é
– * Ella solo agach
ó
la cabeza, lo que me hizo calmar un poco el tono, pero la cólera aún estaba viva en mi – * No te vuelvas a entrometer en mis asuntos, eres solo mi criada, me di vuelta y no pude controlarme y me devolví para susurrarle, y un menos que eso, eres simplemente mi puta –
La deje en la cocina, escuch
é
un sollozo antes de salir y se me apretó el corazón, había destruido a la única persona con la que fui sincera hasta cuando me mentía a mí misma, había dañado mi refugio, mi paracaídas, solo por alejarla de Julieta, juro que la quise, a mi manera, pero la quise… Salí corriendo por que sentía que no la podía dejar
ir, no podía si mientras la besaba el aire volvía a mis pulmones y la tranquilidad me inundaba de una forma que hace semanas era desconocida, corrí por los jardines, hasta que la vi, iba a salir por el portón pero la detuve, estaba agotada, las palabras no salían de mi boca y ella me miraba enojada, resentida por un no se que
,
que la hacía odiarme, quise explicarle pero no me dejo hablar, quise besarla, pero me empujo, quise volver amarla… pero ella no se iba a dejar amar otra vez…
Volví a casa solo por que no tuve la fuerza para seguirla nuevamente, ahí estaba Luna para abrirme la puerta como si me hubiese estado esperando, ¿por que lo dudo? si se que me esperaba, quiso pedirme disculpas, pero yo se las pedí primero, contuve las l
á
grimas hasta llegar a mi cuarto, ella me siguió y encontró la misma puerta cerrada, señal de mi pena, quiso entrar pero el seguro se lo impidió, quiso hablarme pero ahogo sus palabras en un suspiro que se alej
ó
bajando las escaleras, me senté en el suelo a llorar, sus ojos, eran una chispa que ya se había extinguido, aquel fuego de sus labios me consumió con el odio de la pasión reprimida, aquí estaba la esposa ideal llorando por aquel amor que jamás podrá superar, pero no me podía quedar aquí, no con el corazón en las manos, quería enterrarlo, pero solo lo podía enterrar en un lugar para ponerle fin a este dolor que me perseguía con soberbia...
Julieta:
Un cigarro perdido en el bolsillo de mi chaqueta pudo camuflar el sabor de sus labios, camine por la noche de la ciudad,
fui por el auto al taller
como queriendo irme, como queriendo escapar, pero solo llegue al mismo bosque donde encontré y perdí a la mujer que amé, ¿que amé?... podría jurar que mi corazón dej
ó
de palpitar, cuando habl
é
en pasado de aquel sentimiento que era un fénix dentro de mi, moría mil veces, pero mil veces mas volvía a
vivir
... sentí pánico, podía vernos siendo dos niñas, podía sentirla otra vez... podía, ¿escucharla?
- Pensé que jamás volverías a pisar este lugar, dijo su voz golpeando mi nuca
- * Boté mi cigarro y quise irme, pero mis piernas no reaccionaron
- * J
ulieta yo...
- * ¿
no será muy inapropiado tener esta conversación tan larga aquí y ahora?, le pregunt
é
antes de que su voz siguiera envolviéndome
- * ¿larga?, larga fueron las noches sin ti, sin tu calor, se acerc
ó
y mi cuerpo se erizó por completo, se abraz
ó
a mi espalda pero
escap
é
de sus brazos, tu esposo debe estar preocupado * mi esposo está cuidando a su madre, por cierto, ¿la conoces? * jamás la había visto y ese no es el tema Roma, tu no deberías estar acá
- ¿por que no? si este lugar es mío, se acercó otra vez, tuyo, coloc
ó
su mano sobre mi pecho, nuestro, me tom
ó
con fuerza pero quite su mano * no existe nada nuestro Roma, hace años, todo lo que era nuestro te lo llevaste * no, yo no me lleve nada, t
ú
se lo diste a otra * ¿que otra? * dime tu quien te acompañaba aquel día, ¿o acaso no te acuerdas? * ¿me viste con Romina? * Hubiese dolido menos si no la recordabas, pero veo que la tienes muy presente * su padre me dio trabajo cuando salí del
orfanato * entonces ese beso fue de agradecimiento?,
ri
ó
enojada - * ese beso fue lo que fue, suspir
é
y me refugi
é
bajo la luz de la luna, no estarás muy grandecita para ese tema? - * Ese beso produjo nuestra separación * Perdón, me estas hablando enserio?, desapareciste de mi vida cuando puse un pie fuera del orfanato, no me eches la culpa de nuestra ruptura adolescente * ¿
Ruptura adolescente?,
¿
ósea que para ti solo fui una noviecita mas? * ¿
noviecita mas? tuve varias con las que me entretuve mas
Levanto la ceja y se mordió el labio, entendí su rabia, había herido su ego
, mas no entendí aquella
l
á
grima que quiso escaparse y rodar por su mejilla, se dio media vuelta he intent
ó
irse, pero algo en mi hizo que mi mano se aferrara a la suya, la noche comenzaba a helar y el vapor se arrancaba de entre mis labios y se juntaban con el suyo para escaparse por la eternidad de la noche, miró nuestras manos, y yo en cambio me perdí en sus labios, apreté su mano con fuerza y la atraje hacía mi, sus pechos apretando los míos, sus manos tomadas con las mías, su nariz que jugaba con la mía y nuestros suspiros que nos obligaron a cerrar los ojos
cuando pude sentir su saliva caliente recorriendo mi labio inferior, era su lengua, era su perfume, era la noche y el lugar lo que me hicieron volver a caer bajo el manto de este amor adolescente.
Roma:
Probaba sus labios, mi lengua reconocía cada grieta de ellos,
pero
me control
é
cuando las puertas de sus dulces labios se abrieron para comer mi lengua, me alej
é
para ver como el deseo se le escapaba por la indignación de sus ojos, me alej
é
lo suficiente como para que el frío de esta noche congelara
aquellos deseos primitivos que me susurraban al oído, pero ella seguía ahuyentando el frío con la insistencia de sus pasos, camino hacía mi, me tom
ó
otra vez, ahora sus brazos arropaban mi cintura y sus manos acariciaban mi espalda, me volvía débil y una vez mas nos besamos, esta vez fue ella quien me beso y rob
ó
de mi lo último que guardaba de rencor para dejarlo en la puerta del olvido
y tocar el timbre con insistencia
y así
sacar cualquier resquicio de él de
mi inconsciente, las ganas se apoderaron de las dos y trajo en un cargamento aquellos deseos que se habían ocultado en las promesas de olvido que ambas hicimos cuando los años pasaban sin piedad, sin ganas nuestros labios se z
afaron en busca de aire, pero nuestros ojos se siguieron adueñando de la otra, la abrace y me aferre con fuerza a su calor, a su aroma, a su todo, quise quedarme ahí, pero hasta a cenicienta se le hizo tarde y como si fuese una copia lésbica del cuento, mi teléfono comenzó a sonar cuando el reloj marcaba las 00:00, de un día que no recuerdo, pero de una noche que no olvidare
.
- Roma,
¿
me puedes decir donde estás? te he buscado por toda la casa y no te encontré
,
¿
y es que acaso saliste? - pregunto Max al otro lado del teléfono -
- Solo salí a dar una vuelta, ya voy para allá - miré a Julieta que una vez mas me sonreía enojada limpiando los
resquicios de mi amor
en
su boca - * ¿
Quieres que vaya por ti? solo dime
...
¿Dó
nde estás? - me dijo preocupado - * Llegaré sola, gracias - cort
é
el teléfono en cuanto vi como Julieta se iba - * Ni te atrevas a detenerme - me dijo cuando escucho mis pasos en su espalda - * No quiero irme otra vez de este lugar sintiendo que te perdí * - Se giró solo para regalarme una arrogante sonrisa - Lamento saber que algo que hice esta noche te hizo sentir mi dueña otra vez - se intentó ir
otra vez
- * - Tomé su brazo con fuerza y la gir
é
- no hiciste nada, porque tu naciste para ser mía, no es algo que puedas decidir Julieta, eres mía tanto como yo soy tuya
- me miró con enojo otra vez, aunque por un segundo vi ternura en
sus ojos
, su boca se lleno de odio otra vez, aunque lo acepto, es mi culpa - Eres tan mía que te casaste con otro Roma * Porque pensé en nosotras
- intenté explicarle pero no me dej
ó
hablar - * -
rió
mas enojada que antes - ¿pensaste en nosotras cuando te acostaste la primera vez con él? ¿o las otras veces? ¿o quizás anoche?, ¿pensaste en mi acaso cuando estabas en Europa o yo que sé donde?, has pensado tanto en nosotras estos años Roma, que te olvidaste de quien éramos en realidad, de lo que yo quería, de lo que prometimos... * ¿Alguna vez podrás perdonarme? - dije con la voz entrecortada - * ¿Alguna vez podrás perdonarte a ti misma Roma? o quizás esa no sea la pregunta, ¿Alguna vez te arrepentirás de haberte ido? porque a fin de cuentas, tienes todo lo que quieres, eres quien siempre quisiste ser y estas con alguien a tu altura * No digas eso, me arrepiento de haberte dejado ir esa noche, me arrepiento de haberme casado, de haberme ido del país, de todo Julieta * Pero no podemos
retroceder el tiempo, estamos en el lugar que nos corresponde, tu en
tu mansión y yo en mi taller. * Te mereces algo mejor mi amor * - Me miró queriendo llorar tanto como yo - es que yo nunca quise algo diferente a esto Roma, tu lo sabias y por eso te fuiste, porque estas manos - me dijo colocando sus manos ásperas y con aceite frente a mi - no podían tocar a alguien como tu, si hay algo que yo jamás merecí, fue tenerla a usted * - La abrace tan fuerte como pude y llore pidiéndole perdón - perdóname por hacerte sentir que no me merecías, tu siempre has sido demasiado para mi y lamento no haberme dado cuenta antes mi amor, lo lamento tanto * - Tom
é
su rostro y apoye mi frente con la suya mientras ambas llorábamos - Ya es demasiado tarde Roma... * N
o, no, no digas eso - la acaricie y arreglé su cabello - podemos arreglarlo * - Ella negó con la cabeza - hay heridas tan profundas que no se arreglan simplemente pidiendo perdón
- Te curaré Julieta, repondré los pedazos, los uniré uno a uno mi vida - le jure desesperada viendo como se me iba de las manos otra vez -
- S
e limpió con su antebrazo la nariz - Ya es muy tarde * ¿Porqué dices eso?, ¿Acaso no me amas Julieta? * - Asintió con los ojos cerrados como sintiéndose culpable de ser sincera - pero tu también... Solo te amas a ti * Eso no es cierto - me apegu
é
a ella y la obliga a tomarme por la cintura - te amo a ti * ¿Y tu familia Roma?, ¿Y tu marido?, no puedes ser tan egoísta como para pensar solo en ti, solo en este amor momentáneo * Yo amo a mi familia Julieta y sé que ellos también, por eso se que amarte a ti no es un problema, y a Max lo quiero mucho por todo lo que me enseñó, pero no puedo seguir sacrificándote a ti. * ¿
Porque
dijiste que lo habías hecho por nosotr
as
? * Porque solo quería tener dinero y que jamás te falte nada - dije agachando la mirada - * ¿Alguna vez te pedí algo? - me grito - yo solo te quería a ti a mi lado - sacó mis manos con fuerza de su piel - lo hiciste por ti, porque no podías soportar la idea de vivir con alguien con olor a aceite de motor * - Lloré porque sabía que era verdad y ella lloró porque una parte de
su alma
rogaba que se lo negara - * Lo lamento princesa, acá no hay nada que merezca la pena * si, si lo hay - dije otra vez aferrándome a su pecho - yo cambié Julieta, ya no quiero estas riquezas, lo acepto, me fui porque pensé que si iba a la universidad y tenía un buen trabajo tu no tendrías que reparar los autos de otras personas y estar en un taller todo el día, pero lo daría todo por no tener que despedirme una vez mas de ti, ya no me importa que hagas, no me importa como huelas, me da igual cuan ásperas o sucias estén tus manos, quiero tenerte, quiero amarte Julieta * ¿Cómo se yo que no es un capricho Roma? * Un capricho no duele tanto amor mío - la abrace - * ¿Y que le dirás a Max? - preguntó secando las lá
grimas de mis mejillas - * La verdad, por todo este tiempo es lo menos que se merece. * ¿
Y a tu amante
? - preguntó riendo a media boca - * - S
uspire - no le debo explicaciones * Pero se las merece, ¿no lo crees?
- No quiero pensar en eso, quiero estar contigo, quiero quedarme contigo esta noche
- No Roma, tu marido te espera
- Te necesito Julieta - dije besándola -
- se zafó de mis labios - No hasta que todo este
resuelto Roma * ¿Tendré que decirle la verdad
a Max
para poder acostarme contigo? - pregunte divertida - * No - me miró y me regalo la misma sonrisa - Tendrás que dejarlo,
para que podamos hacer el amor * Acepto - la besé -
Comenzó a sonar mi teléfono una vez mas, eran las 1:15 de la madrugada y Max preocupado me regaño al otro lado del teléfono o eso parecía, yo intentaba que Julieta me besara una vez mas antes de tener que correr de vuelta a casa, me despedí de Max, disculpá
ndome otra vez.
- No quiero estar sin ti ni un segundo mas - le dije abrazada a su pecho -
- Eso depende de ti Roma, ahora vamos, que te iré a dejar
- No, Max te puede ver - le dije preocupada -
- No creo que piense que soy tu amante, creerá que somos amigas o algo así
- reí - ¿Yo tu amiga? - mordí mi labios inferior - pero si te comería
- -
rió
y me tomó con fuerza otra vez para comerme la boca y el cuello de una manera deliciosa, pero se detuvo - Tenemos que irnos * - Suspiré insatisfecha y camine hacía el auto -
Mientras conducía aproveché para acariciarla, para mirar su rostro de mujer, porque ese rostro de niña pequeña había desaparecido hace años, acaricie su rostro con ternura, ella se volteaba de vez en cuando a mirarme para sonreír
y yo solo podía enamorarme aun mas de la ilusión de vivir esta escena un millón de veces má
s, tomé su mano con fuerza cuando me di cuenta que quedaba poco camino, ella me miró
y sus ojos me regalaron una calma que esa noche me permitió dormir, se estacionó
afuera del portón, pero yo no tenía fuerzas para despedirme y ella una fuerza de voluntad enorme como para callar a esos ojos que me rogaban el quedarme, la bes
é
mil veces m
á
s antes de siquiera poder sacarme el cinturón de seguridad y mil veces m
á
s para simplemente decirle adiós... Me bajé
y el vidrio empeñado me dejó
escribirle un t
e amo con el que nuestras almas se volviero
n a unir.
#Perdón por la demora, ahora de vaciones tengo un poco mas de tiempo... Gracias por la espera, Espero subir un capitulo pronto, Cariños y besos para tod@s... Veersus
#Saludos a los chic@s que me enviaron emails durante todo este tiempo, un gran abrazo para ustedes.
#Opiniones sobre la relación de Roma & Julieta