Kalalé y el ritual de iniciación
Kalalé pronto se convertirá en un hombre , siguiendo la tradicion de su tribu.
Kalalé es un joven de la tribu de los Kraitine, descendientes directos de los Homo Sapiens. Está muy nervioso, y tiene motivos, ya que dentro de unas pocas horas empezara su ritual de iniciación. Hoy se convertirá en un hombre, coincidiendo que desde su nacimiento, su planeta ha dado una vuelta entera a la estrella que los ilumina, hoy acabará un ciclo y empezará otro. Todo y que el sexo es lo mas importante de esta tribu, y lo practican sin pudor, los Kraitine tienen prohibido tener contactos sexuales físicos sin haber sido antes iniciados, por lo que al chico le envuelve una gran curiosidad.
Kalalé mira con impaciencia la luz del sol que se cuela entre las paredes cristalinas de su cueva, esperando que se apagué y de comienzo a esta larga noche que le espera. El apetito y el potencial
sexual de esta gente es realmente grande y las hormonas de este chico están en ebullición. Karém, su hermana, le da un plato de fruta mientras le suelta una sonrisa burlona. Ella ya se inició y todo y que su ritual fue diferente por ser mujer, sabe lo que esta pasando su hermano y las sensaciones que le esperan. El último rayo de luz desaparece en la penumbra y los cristales empiezan a emitir luz propia, una luz brillante y azulada que ilumina el rostro del joven.
No pasa mucho tiempo cuando viene a buscarlo la hechicera, una atractiva pelirroja a la cual su largo pelo le tapa parte de sus senos desnudos. La hechicera coge al chico y lo lleva a una gran cámara donde no había estado nunca, a diferencia del resto de la cueva, esta está iluminada con antorchas y la luz de la piedra queda enmascarada.
En lo primero que se fija es en un jacuzzis natural de donde sale un vapor que calienta toda la estancia. Dentro hay 3 mujeres que la hechicera ha escogido, no al azar, de entre las féminas de la tribu. Y entre ellas está su preciosa hermana. Todas muestran una sonrisa y miran al chico con complicidad.
La hechicera quita la pieza de ropa que cubre la parte inferior del cuerpo del joven, dejándolo totalmente desnudo y mostrando la enorme erección que el erotismo que le envolvía le estaba produciendo. Le acaricia con su mano por todo el cuerpo y finalmente le coge de la mano suavemente y lo acompaña dentro del agua con las otras mujeres.
Ver a esas chicas desnudas es algo habitual en su tribu, normalmente las mujeres no llevan ropa ya que su clima les proporciona una temperatura agradable durante todo el año. Kalalé echa un vistazo, enfrente suyo a la izquierda de todo hay su hermana, la mas joven de todas ellas.
Kela, su hermana, es alta y rubia, pechos grandes y firmes, los ojos son negros intensos, su bello púbico dorado le cubre en forma de triángulo la parte inferior de su monte de Venus. Al medio esta Lakrela, una joven morena con la cual ya ha tenido experiencias sexuales en el pasado, se habían masturbado uno al lado del otro bajo la luz de las distintas lunas, respetando por eso, la prohibición de no tocarse. Finalmente la tercera era la gemela de la hechicera, se diferenciaba de ella por tener un pelo mas oscuro y voluminoso.
Las tres mujeres, sabiendo perfectamente que tenían de hacer, se acercan lentamente hacia al chico, a quien la hechicera empieza a besar. El mira las vaginas de esas damas que quedan medio sumergidas por el agua y poco a poco sube su mirada, fijándose con los preciosos ojos de esas bellas chicas. Las mujeres, junto con la hechicera han envuelto al chico, el cual se sienta sobre una roca que estaba en el borde, mientras esas hermosas féminas le besan y exploran su cuerpo.
Su amiga morena le empieza a tocar el pene, arriba y abajo muy lentamente, mientras la hechicera, en ver que el chico no toma la iniciativa coge las manos del protagonista y las deja una sobre la nalga de la chica que le hacia la paja, y la otra sobre su pequeño culo. El chico empezó a explorar esos suaves culos, los acarició con su mano y finalmente empieza a jugar con sus anos. Las dos chicas dejan entrar a su hermana la cual es ahora quien empieza a masturbar al joven, mientras la gemela de la hechicera le masajea la espalda desde fuera del agua, apoyando sus pechos contra el chico. No pasa mucho cuando Kalalé tiene su primer orgasmo, dejando ir un gemido de placer mientras aprieta las nalgas de sus compañeras.
Los machos de esta tribu pueden tener varios orgasmos en poco tiempo, por lo que no significa que la fiesta haya terminado. Las mujeres salen del agua y se secan con una especie de tela especial que enseguida absorbe todo el agua.
El chico hace lo mismo y las acompaña a otro lugar de la cámara donde hay una gran cama roja, es entonces cuando la hechicera se pone sobre el colchón, con la cara hacia abajo, y levanta su culo mostrando un suave chocho libre de cualquier bello. El chico se pone justo detrás suyo y la acaricia. El sabe perfectamente que tiene que hacer, en su tribu no se habla mucho pero son muy expresivos, y en la forma tan erótica que esa mujer estaba levantando el culo solo podía significar una cosa; "fóllame".
Kalalé, pone con delicadeza su pene dentro de la hechicera, siente el calor de la mujer y la humedad de su conejo, mientras empieza a cabalgar sobre ella. Las otras chicas se masturban y acarician el joven, el cual esta muy concentrado en lo que esta haciendo, sin dejar de mirar ni un momento ese precioso y pequeño culo que hay abajo, extiende sus manos para acariciarle la espalda y los senos de la mujer. Poco a poco va aumentando la velocidad pero pone mucho cuidado en no lastimarla, la hechicera es la persona mas respetada de su tribu y no quiere que tenga una mala imagen de el.
La penetrada empieza a gemir, cada vez mas fuerte, mientras su vagina se va llenando de sus fluidos, le queda poco para llegar al orgasmo y de pronto siente un liquido caliente que le llena su vagina, el chico ya se ha corrido y saca su pene de dentro la mujer. Pero la hechicera aún no ha llegado al orgasmo, por lo que rectifica al chico y le dice que debe acabar hasta complacerla. Realmente no le importa mucho su propio placer ahora, lo que quiere es que el joven aprenda para que no coja "malos habitos". Finalmente la pelirroja deja ir un gran gemido, lo que significa que, ahora si, el trabajo del chico a terminado. O al menos este polvo ya que la noche que les queda es muy larga.
CONTINUARÁ