La Mujer 5

Desperté sola acostada en el sillón...

Desperté sola acostada en el sillón, Eva me había tapado con una manta y había puesto un almohadón debajo de mi cabeza. Era tan amorosa. Su físico era perfecto a mis ojos pero su actitud para conmigo era lo que me estaba enamorando. Amor, amar, ser amada, nunca había experimentado el amor. Era un sentimiento desconocido para mi, me daba miedo sentirlo.

Revise mi celular, tenia mensajes de mis padres preguntando donde estaba, aún vivía con ellos. Les dije que me había quedado a dormir en la casa de una amiga y que me olvide de avisarles. Eran las 11 de la mañana, había dormido bastante, recupere un poco de las horas de sueño que no tuve los últimos días. Mi semana había estado ocupada por mis estudios, era fin de año por lo que estábamos en la típica época de parciales.

Me levante y pude ver a Eva sentada en la cocina leyendo algo en su computadora, llevaba puesto su pijama, un vestido de satén color gris oscuro, su pelo estaba recogido en un rodete algo despeinado y tenía puesto lentes. Se veía tan sexy con el rodete y los lentes, quería besarla y que me hiciera suya.

Me acerqué y me apoyé en una columna de la cocina, no me había visto, estaba muy concentrada. Estuve un par de segundos mirándola, sus ojos me hipnotizaban cada vez más

-Buen día Eva

-Espera un segundo , me falta un párrafo-realmente estaba concentrada.

Aproveche esos segundos para seguir observándola, no podía evitar sonreír al verla. Por fin termino de leer

-Listo, ahora si. Ven para acá

Me acerqué a ella, me tomo de la mano, se la llevo a la boca y le dio un beso. Hizo que me sentara arriba de ella, quede entre su cuerpo y la mesa, nuestros pechos quedaron juntos, no puede evitar que mis pezones se endurecieran. Tomo mi cara entre sus manos, adoraba que acaricié mis mejillas.

-Hola nena ¿dormiste bien?

-Muy bien, gracias por la manta.

-No hay de que, la próxima dormimos juntas en mi cama, estabas tan dormida que no te quise despertar.

No le respondí, estaba sonriendo como una nena cuando le dan un regalo. Quite sus manos de mi cara y empecé a darles besos, recorrí uno de sus brazos con besos hasta llegar a su cuello, me entretuve ahí un largo tiempo, no podía parar de besarlo.

-Veo que alguien se despertó muy cariñosa - dijo mientras acariciaba mi cabeza con una de sus manos y con la otra me abrazaba por la espalda.

Ya había besado mucho su cuello, necesitaba besar su boca, tenía unos labios carnosos muy bonitos, daban ganas de comerlos.Quede mirándola a los ojos, ella seguía acariciando mi cabeza.

-Eva no se que me pasa con vos, pero creo que me gustas, y mucho, pero tengo miedo - hacer una declaración de ese tipo era algo muy inesperado para mi, había algo en ella que me hacía sentir que estaba en el cielo .

-Vos también me gustas mucho, nunca pensé que me iba a llamar la atención alguien de tu edad.La noche que nos conocimos estabas tan indefensa y hermosa a la vez, quería hacerte mía pero claramente no era el momento, fue suficiente para mi cuidarte, realmente surgió en mi una necesidad de protegerte. No tienes que tener miedo a experimentar lo que sientes, en algún momento de mi vida estuve en el mismo lugar que vos. Te prometo que voy acompañarte, no voy a obligarte a nada. Quisiera hacerte mil cosas pero voy a respetar tus tiempos.

-Gracias Eva - me abrace a ella fuertemente, no quería soltarla. Empezaba a creer que había encontrado mi lugar en el mundo- ¿Te puedo pedir algo?

-Si,¿qué quieres nena?

-¿Me das un beso?

-Pero eso ni tienes que preguntarlo...

Me agarro por la nuca, mi corazón latía muy fuerte, pensé que iba a explotar. Sentía una mezcla de nerviosismo con exultación. Empezó a darme delicados besos en el cuello, no pude evitar que un gemido saliera de mi boca. Eva subió hasta mi boca, ahora nos mirábamos a

a los ojos, amaba sus ojos, amaba que me hipnotizaran.

Y por fin me beso, pero no fue un beso como los que me había dado antes. Fue apasionado, me besaba con locura, nuestras lenguas se entrelazaban. Cada vez me sentía más excitada, pero no estaba lista para seguir. Pensé que estaba segura de querer tener sexo con Eva, pero me había equivocado, nuevamente el miedo invadió mi cuerpo.Me aparte bruscamente de ella, quede de pie en medio de la cocina, ella seguía sentada. Note preocupación en su cara.

-Perdón Eva.. -Tenia la mirada pedida en el suelo, sentía mucha vergüenza por la situación, odiaba sentirme así. Quería estar con ella, quería que me hiciera suya, pero no lograba controlarme.- Tengo miedo - mis ojos se pusieron rojos y no pude evitar que se cayera una lagrima. Eva vino casi corriendo hasta donde estaba parada.

-Mírame -seguía con la mirada en el suelo, ni quería mirarla - Clara, porfavor -nunca había dicho mi nombre, se sintió lindo. Lentamente dirigí mi vista hacia ella.

Tomo mi cara ente sus manos, con uno de sus dedos quito la lagrima que caía de mi ojo. Me dio un beso en la mejilla, y me abrazo. Mi cara quedaba a la altura de su pecho, me sentí pequeña a su lado, me sentía protegida. Lo malo es que su abrazo provocó en mí un llanto incontrolable.

-Tranquila nena, no pasa nada y no tienes que pedirme perdón.

-Soy una tonta

-No sos tonta Clara, solo tenes miedo.

Seguimos abrazadas en silencio hasta que logre dejar de llorar. Eva me dijo que vaya al baño a refrescarme un poco la cara, y que me iba a preparar un rico desayuno.

Cuando volví la vi preparando café, estaba dándome la espalda. Me acerqué por detrás y la abracé por la cintura, mi cabeza quedó apoyada en su espalda. Dio un salto cundo la tome por la cintura, se había asustado un poco.

-¡Me asuste!- seguía preparando el café mientras se reía

-El café huele muy bien - me aferraba a ella cada vez más fuerte

-Espero que te guste el sabor

-Lo preparaste vos, seguro está riquísimo.

Desayunamos y luego me fui a mi casa, Eva tenía que seguir leyendo emails del trabajo y yo tenia que ir a estudiar. Me dijo que en la semana me hablaba para volvernos a ver, iba a estar bastante ocupada y también quería que me concentrará en mis estudios.

Nos despedimos con un beso y un abrazo, tome un taxi y volví a mi casa. Recién había vuelto de estar con Eva y ya quería recibir su mensaje.Sería una semana larga, tenía que aguantar mis ganas de estar con ella.