Maestro de un matrimonio sumiso 3

Un paso importante en el camino de sumisión del matrimonio protagonista en un famoso local BDSM de Barcelona

Maestro de un matrimonio sumiso 3

Una fina brisa subía del mar a la Montaña en la calle Atenas de Barcelona. Estaban a las puertas del numero cinco de la calle. El aire les aliviaba del calor de una húmeda noche de verano.

Esperaban a su Maestro y señor tal como les había indicado.

Habían esperado con ansiedad toda la semana la llamada del hombre que les estaba haciendo experimentar el sexo en una dimensión que nunca habían soñado.

Su vida sexual había experimentado un cambio sus...

Coitos De Lolitas- Olor a tierra mojada

Cuando la piel quema hay que satisfacerla

Sebastián: Capataz, 1.79m, 78kg, 17cm, moreno, barba de candado, ojos color miel, sonrisa embustera, cuerpo fibrado, dedos gruesos, 28 años.

Camila: Piel tostada, 1.52m, 48kg, cabello negro trenzado, mirada de gata, ojos marrón, caderas firmes, senos redondos, trasero de pecado, fragancia de jazmín..

Como cada fin de semana, Camila llegaba despampanante a la hacienda, en esta ocasión un vestido holgado de flores jugueteaba con las crecientes curvas de la joven; la ciudad la agobiaba, ell...

Becaria chantajeada por Gerente IV

La Becaria pasa del chantaje a la sumisión total por parte del Gerente

Después de lo ocurrido anteriormente, los entrenamientos del Gerente comenzaron a ser más intensos. Me obligaba a utilizar ropa interior con apertura en la entrepierna a veces eran completos otros únicamente las bragas pero siempre con la apertura para poder tener facilidad de penetrarme.

Empezó a estirar mi culo para poder manejar su gran verga y me tomaba fotos de cómo se veía mi culo abierto y como me veía por dentro, en una ocasión se veía algo marrón cosa que le excito mucho al Gerente pero que...

Amo ¿O perro?

El paradigma de un maduro

El piso está frío, lo suficiente frío para ser incomodo, los azulejos perfectamente limpios son tan duros y fríos que no he encontrado una sola posición para poder descansar un momento. Tal vez si tuviera un poco más de ropa o siquiera tuviera ropa el calvario no seria tan grande, pero cuando se lo pedí soltó una carcajada y me rascón justo por debajo de la oreja.

--No soy de esas ridículas que visten a sus perros.

Y entonces me dio uno palmada en la cabeza y se alejó.

No sé lo volvi a pre...

Quieren seguir explorando

Que excitante es ir con vestido sin ropa interior, es como andar desnuda y preparada para follar en cualquier momento

Ana y Manu, recién comenzada su relación y con claras intenciones de explorar sus límites sexuales, tenían claro que a ambos les interesaba la dominación por parte de Manu a Ana y ella se excitaba cada vez que él mostraba sus instintos más sucios.

Así pues esa noche Manu me pidió que saliera con vestido corto y sin bragas, era algo que le ponía cachondo, poder sentir mi coñito húmedo cada vez que le apeteciera meter su mano entre mis piernas, pero además, por mi cuenta decidí también ir sin sujetador....

El despertar de Ana (1)

Por fin habían encontrado el amor y la complicidad, el despertar sexual de Ana y Manuel empezaba...

No hacía mucho que nos conocíamos, pero ríos de pasión recorrían nuestras vidas, Ana era la chica perfecta, 1,65, delgada, guapa, unos bonitos pechos, una mirada profunda y una sonrisa que rendía a cualquiera, gran inteligencia y unas curvas donde perderse cada día ya que sus ganas de sexo nunca tenían fin.

Nos rondaba la idea de “probar” cosas nuevas, y por supuesto ella conocía mis deseos de ser su amo y ella mi sumisa esclava sexual.

Ana no se lo pensó dos veces, estaba segura de la solidez d...

Azotada y humillada con la zapatilla

Aquí relato la que quizás fue la experiencia más intensa y variada de aquel año. Donde fui azotada con una zapatilla, lamida por un perro y penetré con la mano el chocho de otra chica de casi mi misma edad.

Mi amiga Clara me quiere mucho, pero a su manera. Hace tres años de esto, yo tenía diecinueve años. Mi amiga Clara me llamó por teléfono, diciéndome que, esa semana, no me penetraría analmente su novio allí en su piso y delante de ella; como había hecho la semana anterior. Había sido un detalle por su parte que ella hubiera supervisado la penetración anal que me práctico su novio Joaquín; porque al ser en su piso, sus amigotes no se sumarían "a la fiesta" con cualquier excusa de Joaquín como habían hecho va...

Mi última Sonata - Capitulo 6º

Relato real de mi incorporación no buscada en el mundo de la esclavitud y la sumisión.

Capitulo 6º

Preparándose para unas visitas.

Teresa aún se revuelve y llora por el dolor infligido por el hierro candente del Ama.

“Marisa ponle Furacin a Teresa, para que no se le infecte la quemadura y le ayude a cicatrizar.”

Dice el Ama mientras pasa su mano por la cara de Teresa y está a pesar de su dolor le besa la mano y también los pies en un gesto de sumisión.

Ello me impresiona enormemente. Pienso como uno puede entregarse al dominio de otra persona hasta tal pun...

Mi primera vez (Su punto de vista)

Mi Amo cuenta su punto de vista de como le di mi virginidad.

Me encontraba mirando por una ventana, atardecía, mientras veía el color anaranjado en el cielo llamaban a la puerta. Pensé "justo a tiempo", sonreí y me dirigí a la puerta. Al abrirla la encontré mirándome directamente a los ojos. Recuerdo que me sonreía de una forma muy dulce, preciosa, con una sonrisa que transmitía puro amor. Me saludó con un "Hola, bombón", la agarré con dulzura por su cintura, la atraje hacia mí y nos besamos. Un beso lento, sensual y emotivo. Mi mano recorrió su cintura hasta la base...

Esther encendida 02

Esther y Nati siguen a lo suyo, y Jorge paga las consecuencias.

-          ¿Qué tal te lo has pasado?

-          De muerte.

-          ¿Con Nati?

-          Y con Javier. Hemos ido a tomar algo a su casa al salir del trabajo.

-          ¿Habéis follado?

-          Mira.

Se había acostumbrado a aquello, y le divertía. Le enseñaba el coñito irritado, o las huellas de azotes en sus nalgas grandes y blancas, y a él se le ponía como una piedra.

-          Anda, que ahora que paso de ti, hay que ver cómo se te pone cuando te cuento mi...