El ayer
Cuando hay amor, el sexo es mejor.
Me pare frente a la puerta, como tantas veces lo he hecho, lo miré, rendido en la cama, con la cara de satisfacción que hacia 10 meses no veía, recorde de repente su risa, su cara entre mis manos, sus gemidos, recordé tantos momentos pasados y revividos en un solo instante como si la vida no importara y nuestro pasado, el rompimiento y la lejanía sirvieran para preparar nuestros cuerpos, para que se adorasen mutuamente sin importar hora, ni tiempo, ni espacio, sali a la terraza y recorde los momentos...