Suerte
A veces la desgracia trae una suerte inesperada.
A veces las desgracias vienen acompañadas de muy buena suerte. Esta es una historia real, solo matizada de algunos detalles para hacerla mas atractiva.
Mi nombre es Pablo, tengo treinta y nueve años y vivo en Rosario, Argentina. Poseo un pequeño negocio, el cual me obliga a tener que recorrer los distintos lados de mi país.
Mi historia comienza en un viaje a Buenos Aires, distante aproximadamente unos trescientos kilómetros de mi ciudad.
Ya en la autopista, en medio del recorrido, sie...