Mujer desconocida
Nunca imaginó que al volver de su viaje antes de tiempo se encontraría a su amada esposa a solas súper excitada con el juguete que anteriormente se negaba a compartir.
Siempre me gustaron las películas de sexo, las revistas, y desde que existe Internet soy un apasionado lector de sexo.
Pero siempre me costo hacer que mi mujer entendiera lo que me gustaba, (eso creía yo!!!!).
Cuando nos casamos éramos jóvenes y hacíamos el amor todos los días y cualquier hora, éramos unos calientes terribles, pero siempre normal, unos besos, mimos, calentura y a la cama. Con el tiempo apareció la crema, la vaselina, alguna que otra salchicha para jugar pero nada más...