83 en fierro
Compañeros de oficina, compartiendo espacio y conversación. Y la de ella gira en torno a "él": su esposo. Y la respuesta de él Va a ser mostrarle su "credencial": 21 cm.
No es que fuera linda. No era fea. Tampoco podría decir que me traía especialmente "caliente". Había tenido mejores oportunidades aquel año. Pero estaba cansado de escuchar hablar de las bondades de su marido, en ese tono casi coloquial que tienen las esposas.
Que la acompañaba, que le ayudaba, que era buen mozo, que la hacía feliz, que lo amaba, que lo deseaba. Y que tenía una hermosa pija, que ella "adoraba " hasta 2 o 3 veces por día. Encima se sentaba en un escritorio vecino, pegado al mío, apenas...